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No tengas prisa, deja que él haga su vida, que beba, que se drogue, que se desgaste. Deja que la fiesta se convierta en rutina, Que se le pasen las ganas de besar labios rojos y caritas de porcelana. Dale tiempo, déjale crecer. No dejes nunca que te trate como a las demás, soporta verle con otras, pero mientras así sea que a ti no se acerque. Sobre todo no caigas en sus redes, si de verdad te gusta espera a que lo vuestro pueda ser serio. No salgas con él de fiesta, nada de una noche de pasión, no le dejes entrever una pierna. No se lo pongas fácil, deja pasar el tiempo, dos, tres, cinco, siete, ocho meses...los que sean necesarios. ¿Qué importa si luego tienes toda la vida?
Llora si quieres ahora, pero no olvides que tú tienes que ser la última de la cola, solo así conseguirás lo más importante, que después de ti no haya nadie.